El llamado dolor cervical o dolor de cuello afecta a una parte del cuerpo muy delicada que trabaja mucho a lo largo del día: la movemos hasta 600 veces por hora, por lo que la padece un 48,5% de población a nivel mundial. Se trata de un dolor situado en la zona comprendida entre la línea nucal superior (zona occipital) y la primera vértebra dorsal, limitado por los extremos laterales del cuello. Se estima que entre un 22 y un 70% de la población ha sido diagnosticado de cervicalgia a lo largo de su vida. Como causa de muchas bajas laborales, tiene altos costes para el sistema de salud, ya que tiene una alta tasa de recaídas. Es frecuente que tras el primer dolor cervical exista una recaída (entre el 50 y el 85% de los pacientes recaen en los siguientes 5 años) si no se ha realizado un tratamiento completo y realmente eficaz.
Se cree que el dolor de cuello es de origen multifactorial, es decir, no es debido a una causa en concreto. Las malas posturas prolongadas o cualquier alteración en las estructuras del cuello, como discos intervertebrales, músculos, ligamentos, raíces nerviosas, además de patologías reumáticas, infecciosas y traumas, pueden sugerir causas de esta sintomatología que suele ir acompañada de dolor, rigidez, contracturas musculares, mareos, vértigos y pérdida de la movilidad. De todas formas, se considera que la causa más común de dolor cervical son las lesiones de las partes blandas, debidas a traumatismos o deterioro progresivo.
Los últimos avances en terapias han incluido la Tecar Evolution de Capenergy como un tratamiento efectivo en el manejo de estos síntomas y la obtención de una recuperación de los tejidos lesionados de manera eficaz y en menor tiempo que los tratamientos tradicionales. Mediante su aplicación automática con placas y su aplicación manual con electrodos capacitivos y resistivos, se consigue llegar a tejidos profundos, mejorando su irrigación, eliminando las sustancias productoras de la inflamación y oxigenando el tejido. De esta manera, se logra reestablecer la funcionalidad del cuello ya que disminuye el dolor, la inflamación y las contracturas musculares, los síntomas mas frecuentes en los pacientes con cervicalgias y, en general, con alteraciones en espalda, incluyendo la zona dorsal y lumbar. Los resultados se pueden observar desde la segunda sesión de tratamiento, evidenciándolo mediante escalas de evaluación de dolor realizadas por los pacientes.

