Una parte de la medicina estudia el proceso normal del envejecimiento de los tejidos y propone terapias para frenarlo, procurando que el tiempo no nos deteriore por dentro y tampoco se note por fuera. El proceso degenerativo comienza aproximadamente a los 25 años, cuando concluye nuestro crecimiento. El envejecimiento no tiene cura, pero podemos retardar la aparición de sus efectos si conocemos cómo se produce.
Los equipos Capenergy ayudan a luchar contra los radicales libres que son los principales responsables del proceso de envejecimiento: con la aplicación de la hipertermia profunda se provoca un campo electromagnético alterno que desactiva el potencial dañino de los radicales. Gracias a este efecto sobre el sistema circulatorio, se incrementa la cantidad de oxígeno que reciben los tejidos mejorando así la calidad de vida de las células, lo cual redunda en un beneficio global del organismo, aportándole salud y vitalidad. Un signo de envejecimiento son las arrugas, surcos, marcas o pliegues en la piel que aparecen a lo largo de todo el cuerpo a medida que el hombre o la mujer se van haciendo mayores. Con el paso de los años, la piel se vuelve más delgada y menos elástica. El sistema capacitivo de Capenergy mejora la profundidad de las arrugas, así como la consistencia de la piel y permite la retracción del colágeno, favorece la producción de elastina y la neocolagenesis.
Los resultados de este tratamiento se pueden observar desde las primeras cinco sesiones, aunque ya es evidente una mejora en la primera sesión con una duración mínima de 20 minutos. Además, si se combina con la aplicación de principios activos de cosméticos, se consiguen excelentes resultados porque se favorece la penetración hacia las capas más profundas de la piel, reestructurando y dando mayor elasticidad y consistencia a las superficiales. La aplicación subcutánea de ácido hialurónico, placenta humana o cualquier otro cosmético con efecto tensor o principios activos nutrientes, genera un efecto flash en la misma sesión que provoca una mayor tersura y resplandecimiento de la piel, aportando una imagen renovada y evitando de este modo cualquier práctica invasiva debido al efecto mesoterapico que se consigue con los electrodos capacitivos.

