Cualquiera de nosotros puede sufrir un dolor de rodilla como comúnmente lo expresamos. Es habitual en personas de cualquier edad, sexo y tipo de actividad diaria. Las causas que lo producen son muy extensas y variadas, aunque el tipo de vida que llevamos actualmente potencia que podamos sufrir esta dolencia en algún momento. El hecho de que la mayoría de personas pasen gran parte del día sentados ante un ordenador y, por lo tanto, no ejerciten los músculos de las rodillas ni siquiera para llegar al trabajo caminando, hace que en el momento en el que practicamos deporte o cualquier actividad que requiera su uso, sintamos molestias o dolor en esta importante zona del cuerpo.
La combinación sedentarismo y deporte intenso tan en boga actualmente es un gran enemigo para estas articulaciones que nos permiten andar, saltar, correr, agacharnos, en definitiva, movernos. Con la masificación del running que provoca que personas poco preparadas y sin supervisión alguna, se lancen a correr demasiado pronto distancias largas para las que su cuerpo no está preparado y es por eso que a menudo sufren la llamada “rodilla del corredor”. Se trata de la lesión más común entre los corredores como consecuencia de la sobrecarga, pero también afecta a otros atletas que practiquen deportes que requieren la flexión constante de la rodilla (ciclismo, esquí, saltos, etc.). Pero no únicamente este contraste o la práctica de deporte: el sobrepeso, adoptar malas posiciones al agacharnos o levantarnos y el envejecimiento y desgaste de nuestro cuerpo también son causas habituales de esta dolencia.
Cuando sentimos dolor en las rodillas, lo más aconsejable, evidentemente, es acudir a nuestro médico o fisioterapeuta para que realicen un diagnóstico y nos indiquen qué tratamiento es el más adecuado. Es probable que, según el caso, aconsejen el uso de tecarterapia Capenergy ya que, mediante su aplicación, se produce un incremento de la temperatura local y un aumento del flujo de sangre, lo que facilita la cicatrización del tejido mediante el suministro de proteínas, nutrientes y oxígeno a la zona lesionada. Un aumento de 1°C en la temperatura del tejido se asocia con un aumento del 10% al 15% en el metabolismo del tejido local, lo que ayuda al proceso de curación mediante el aumento de las reacciones tanto catabólicas como anabólicas necesarias para degradar y eliminar subproductos metabólicos de la lesión y proporcionar un medio para la reparación de tejidos.
Así pues, la tecnología Capenergy permite tratar los síntomas de dolor e inflamación y frena el avance de la enfermedad, consiguiendo una recuperación de la movilidad de la articulación y una rehabilitación integral en el paciente. Mediante un tratamiento combinado de terapia manual, estiramientos y potenciación muscular, es posible acelerar el proceso de recuperación y, aunque la mejoría depende de la importancia de la lesión y de la estructura afecta, suele ser evidente tras las primeras tres sesiones de aplicación.

